Hoy empezamos la Semana Santa. Es Domingo de Ramos. Antes de ayer ofrecimos un recurso para preparar con manualidades nuestros ramos y un guion para celebrar en casa esta fiesta. Puedes consultarlo todo en el enlace siguiente: Preparar y celebrar el Domingo de Ramos en familia.

También puedes seguir este momento sencillo de oración con las lecturas que se proclaman hoy domingo.

Podemos celebrar y orar en casa. Basta preparar un poco un espacio de la casa, buscar los textos de hoy y poner mucho corazón.

Comenzamos serenando y relajando el ambiente y nuestro interior.

Hacemos la señal de la cruz: así recordamos que somos familia, comunidad en nombre de Jesús, en nombre del amor.

Dejamos un momento de silencio para pedir perdón por aquello que consideremos que hemos hecho daño a nuestros hermanos y a Dios.

Las lecturas de hoy son las siguientes:

Procesión de Ramos: Mateo 21, 1-11: Jesús entra en Jersusalén.

Primera lectura: Isaías 50, 4-7: Ofrecí la espalda a los que me apaleaban.

Salmo 21

Segunda lectura: Filipenses 2, 6-11: Tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos.

Evangelio: Mateo 26, 14-27,66: Encima de su cabeza colocaron un letrero con la acusación: «Este es Jesús, el rey de los judíos»

Las puedes leer y descargar pinchando aquí y seleccionando el día 5 de abril: Lecturas del Domingo de Ramos – Ciclo A

Breve comentario:

Las lecturas de hoy son extensas. Por eso os propongo unos subrayados que puedan ayudar a la oración personal en un momento de silencio tras leerlas.

Tras las lecturas propongo escuchar la canción Mi palabra será como la lluvia.

 

 

 

Del evangelio, me gustaría subrayar dos aspectos:

  • Jesús es tratado como una marioneta: Lo llevan de aquí para allá y, sin embargo, él muestra una gran dignidad, una profunda libertad y una serenidad iluminadora. No se descompone en quejas, gritos de contraacusaciones ni denuncias de injusticias. Convierte las elecciones y actitudes de los demás en lecciones de sabiduría.
  • Jesús es tratado con cariño una vez muerto: Sólo después de toda la tragedia y después de que los que se ensañan con Jesús logran su objetivo aparecen las personas fieles y que no se esconden: las mujeres y José de Arimatea. ¡Para ocuparse del cuerpo sin vida! El amor de estas personas es un amor que no se avergüenza, que no se acaba en la cruz. Es un amor ejemplar para quienes estos días perdemos seres queridos y no podemos acercarnos a despedirlos como quisiéramos.

Expresamos nuestra fe: El final del evangelio de hoy recuerda las palabras de Jesús anunciando su Resurrección. La muerte es la tierra donde deberá empezar a germinar, escondida, nuestra pequeña semilla de fe. La podemos expresar con la canción Creo en ti, Señor.

Oración por las necesidades del mundo: pensamos en un rato de silencio acerca de aquello que realmente necesita hoy el mundo y nuestra vida. Lo transformamos en oración espontánea a Dios.

Al terminar, unimos nuestra oración a la oración de toda la iglesia en todo el mundo en este domingo con las palabras que Jesús nos enseñó: Padre nuestro….

 

 

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