Hoy nos asomamos para orar a través de dos ventanas: la ventana de nuestra casa y la ventana de la Palabra de Dios. La primera es fácil: buscamos una ventana de casa para contemplar lo que vemos a través de ella. La segunda consiste en abrir una Biblia o el texto bíblico que te proponemos aquí. ¡Verás todo lo que se puede descubrir y que te ayudará a orar!

Para preparar este momento de oración:

  • Elegid una ventana de casa desde la que queráis mirar lo que se ve. Si sois varios, podéis elegir cada uno una ventana y luego ponéis en común.
  • Buscad en el evangelio esta cita (Mateo 11, 25-26)

«Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra

porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos,

y se las has mostrado a los pequeños.

Sí, Padre, así te ha parecido bien.»

  • Como en días anteriores, preparamos el espacio de la casa donde vamos  a hacer oración, apagamos aparatos, ponemos un poco de música tranquila si nos parece bien y nos relajamos.

Primer momento: abrimos nuestras ventanas de casa.

– Iniciamos haciendo un gesto de saludo a Jesús que puede ser la señal de la cruz.

– Respiramos con tranquilidad para serenarnos y muy despacio, pisando con delicadeza vamos hacia la ventana para contemplar, escuchar, oler…: el patio interior con sus ruidos, ropa tendida, olores; el edificio de enfrente con luces y sombras de gente en sus casas; los coches, las calles vacías….; parques, jardines, montes, mar, fábricas…. ¿Qué ves? ¿Quiénes están ahí? ¿Te has parado a pensar qué vida llevan? ¿Te has dado cuenta de que estaban siempre ahí y a lo mejor no te habías fijado? ¡Piensa en ellos! Si estás en la naturaleza, ¿te has dado cuenta de que la belleza del paisaje natural que ves es un regalo enorme?

– Volvemos al lugar de oración y contando algo de lo que hemos visto hacemos una breve oración a Dios: dando gracias o pidiendo.

Segundo momento: abrimos la ventana de la Palabra de Dios.

– Abrimos la Biblia y leemos el texto elegido:

Jesús tomó la palabra y dijo «Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra

porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos,

y se las has mostrado a los pequeños.

Sí, Padre, así te ha parecido bien.»

Las cosas que has visto por tu ventana, los sentimientos que han despertado en ti… solo suceden si miramos a nuestro alrededor como personas pequeñas, Personas que ven todo con ojos nuevos y quieren aprender. Pero si miramos como gente que ya lo sabe todo… nos perderemos muchas cosas que suceden a nuestro lado. Jesús acaba de hacer en este texto una oración a Dios, a quien llama Padre. Es una oración de gracias. ¿Por qué darías tú hoy gracias a Dios? (Dejamos un momento de silencio para dar gracias personalmente o, si se quiere, en voz alta)

– Terminamos este momento rezando: Padre nuestro….

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